En la última clase estuvimos charlando sobre los nuevos modelos de biblioteca que se están implantando progresivamente, y de los que ya hablé un poco en la entrada anterior. Uno de los conceptos que más me llamó la atención y que, además, desconocía, es el de CRAI (Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación). No es sólo una biblioteca, como tradicionalmente la entendemos, sino que dispone de recursos audiovisuales, espacios multiusos, acceso a Internet, etc. todo ello integrado en el mismo espacio para responder a las necesidades de los estudiantes e investigadores (que van más allá, como sabemos, de disponer de un determinado libro).
Al pensar en este tipo de centros me vino a la cabeza la nueva biblioteca general de la Universidad de Sevilla, que pretende construirse en el Prado. Digo "pretende" porque las obras de su construcción están paralizadas, debido a una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que ordenó detener las obras de inmediato el pasado 24 de julio. A pesar de intentos por reiniciar las obras, éstas continúan paralizadas. Se argumenta que se destruye parcialmente el parque, que se despilfarra dinero y que la obra puede ser, incluso, contraria a la ley.
Al pensar en este tipo de centros me vino a la cabeza la nueva biblioteca general de la Universidad de Sevilla, que pretende construirse en el Prado. Digo "pretende" porque las obras de su construcción están paralizadas, debido a una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que ordenó detener las obras de inmediato el pasado 24 de julio. A pesar de intentos por reiniciar las obras, éstas continúan paralizadas. Se argumenta que se destruye parcialmente el parque, que se despilfarra dinero y que la obra puede ser, incluso, contraria a la ley.
Sin embargo, creo que Sevilla necesita un espacio así, porque aunque sea un centro universitario, su uso beneficia al resto de la sociedad y no a una comunidad específica. Como hemos visto en clase y en los videos de Transformation Lab, las bibliotecas del futuro son espacios integrales para la investigación, el estudio y el conocimiento, por lo que suponen un mecanismo idóneo para el desarrollo cultural de la ciudad. Además, la biblioteca del Prado podría convertirse en un referente arquitectónico en nuestro país (debido al prestigio de su autora, la angloiraquí Zaha Hadid).
Habrá que seguir con atención la resolución definitiva sobre el proyecto, pero sería muy decepcionante que nuestra ciudad perdiese la oportunidad de poseer un centro de estas características en una zona tan céntrica, emblemática y bien comunicada como el Prado de San Sebastián.
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